En el marco de “Esquinas de la cultura” este año se están realizando más de 160 talleres gratuitos de música, artes escénicas, artes plásticas y letras, entre otras temáticas. Alberto “Coco” Rivero, director de la Secretaría de Descentralización Cultural de la IM, charló con el Semanario ABC sobre una política que se realiza hace casi dos décadas y tiene un enorme impacto en los barrios.

El programa “Esquinas de la Cultura” se encarga de allanar los caminos que conectan a la gente con las expresiones culturales, ayudando así a que todas las personas que lo deseen tengan la posibilidad de hacer de la música, el teatro o la literatura parte de su vida. Para lograrlo, impulsa talleres gratuitos que se brindan en clubes, centros culturales, bibliotecas, complejos, salas y muchos otros puntos de todos los municipios de Montevideo. Sin ir más lejos, en abril de este año se pusieron en marcha más de 160 talleres que convocan a personas de todas las edades (anualmente asisten entre 3.000 y 3.500 en promedio).
Alberto “Coco” Rivero, el director de la Secretaría de Descentralización Cultural de la Intendencia de Montevideo, de la que depende “Esquinas”, habló con el Semanario ABC sobre el potencial de una política que se realiza hace casi dos décadas. Además, destacó el rol central que la participación de vecinas y vecinos tienen en su desarrollo y permanencia.
¿Cómo le explicarías a alguien que no conoce el programa de qué se trata “Esquinas de la Cultura”?
El Programa “Esquinas de la Cultura” está llegando a los 20 años de existencia y desde su creación intenta privilegiar las poblaciones de los territorios con menos posibilidades de acceso a los bienes y servicios culturales. Es un programa donde se desarrollan talleres artísticos sin costo por todos los barrios de Montevideo. Esquinas busca generar los espacios para el disfrute y el aprendizaje, y para que todas y todos hagan su aporte al entramado cultural de nuestra ciudad. Como decía la banda brasilera Titas “¡Bebida es agua! ¡Comida es pasto! ¿Tienes sed de qué? ¿Tienes hambre de qué? La gente no quiere sólo comida. La gente quiere comida, diversión y arte”.
En abril comenzaron más de 160 talleres. Los hay meramente artísticos y otros con el potencial de incluso ayudar a mejorar la realidad laboral de las personas. ¿Qué tan importante es abarcar un espectro tan amplio de temáticas?
Es muy importante, ya que tener este abanico de posibilidades permite a quienes participan sublimar su vida cotidiana a través de alguna expresión artística. El espectro es tan amplio porque es el producto de una decisión política que tiene como punto de partida lo anteriormente expuesto. Es también producto del histórico corpus de talleres que Esquinas se planteó en su creación (teatro, murga, percusión, danza) y del sistemático intercambio del equipo de gestores culturales con las comisiones barriales que hacen saber sus necesidades y sus intereses. Ese norte conceptual es el que nos lleva a tener esta diversidad de talleres que van desde circo a letras de canciones, de teatro a capoeira, de murga a ensamble musical; donde el acento está puesto en lo cultural social y en todo aquello que se modifica individual y colectivamente cuando se participa de este tipo de instancias tan removedoras como lo es un taller. No tenemos la seguridad de que los talleres de esquinas ayuden a mejorar la realidad laboral de quienes son parte, pero si tenemos la certeza de que los talleres abren otros horizontes a quienes participan.
¿Qué tan trascendente es la participación colectiva en el desarrollo de las propuestas, considerando que clubes barriales y complejos, entre otros puntos, los reciben? ¿Qué tanto se involucran las vecinas y vecinos en todo esto?
Es la razón de ser del Programa Esquinas. La participación es clave. Es el centro de nuestra propuesta. Esa es una de nuestras misiones. Cuando las vecinas y vecinos están organizados y participan todo se transforma en algo profundamente vivo y con proyección. Cuando eso sucede, el programa solo es un vehiculizador de los intereses nacidos de las entrañas de los barrios. Intereses y proyectos desarrollados por aquellas y aquellos que brindan su trabajo honorario en cada esquina. Nada de este Programa es posible sin el aporte de las vecinas y los vecinos organizados. En estos últimos años, si bien hay una buena participación en la vida cotidiana de esquinas, esta se ha resentido producto de múltiples factores: la pandemia, la propia crisis económica que ha golpeado fuertemente en los sectores más populares de nuestra sociedad y los recortes presupuestales, entre otros.
¿Cómo definirías el rol de los talleristas en la propuesta?
Son una parte importantísima del vínculo del programa con la ciudadanía. Son artífices en los espacios donde el arte es el canal de comunicación entre los seres humanos. Son quienes abren las puertas a la ciudadanía para poder traducir la vida cotidiana en un sonido, en un gesto, un objeto o una palabra. Habilitadores de escucha y comunicación más allá de las palabras. Traductores de necesidades, hombros donde apoyarse, orejas atentas a escuchar el día a día. En esa maravilla de diversidad humana que habita en los talleres, ahí está el equipo de talleristas de Esquinas planificando, preparando, trabajando… haciendo posible que suceda la magia.
¿Cómo imaginás el futuro de Esquinas, cuáles son los siguientes pasos a seguir?
Imaginamos, pensamos y trabajamos día a día para tener un Programa Esquinas fortalecido. La cultura en los barrios pulsa, vive y resiste día a día, y para estar a la altura de esa vida que habita en los barrios, Esquinas necesita más presupuesto, más recursos materiales y humanos, y más ideas abarcadoras que pongan en el centro de la acción la descentralización en lo más profundo de su sentido político. Escuchar, intercambiar, debatir y aportar las herramientas posibilitadoras para que las voces territoriales tomen fuerza y estén en el centro de la atención política. Imagino un programa con más participantes en los talleres. Imagino un programa con más gestores territoriales intercambiando, debatiendo y creando con las comisiones barriales, los colectivos artísticos y los municipios. Imagino un programa que ponga en el centro del debate sobre la cultura la importancia de la descentralización cultural.
Un mundo de posibilidades
Los talleres que ofrece “Esquinas de la Cultura” están categorizados en artes escénicas, artes plásticas, música, letras y animación sociocultural. Sin embargo, cada una se ramifica, generando una gama de opciones tan ricas como variadas, en las que figuran letras, danza, tango, capoeira, circo, vestuario, maquillaje, teatro, expresión plástica, tallado en madera, fotografía, audiovisual, muralismo, murga, canto colectivo, hip hop, guitarra, ensamble musical y percusión, entre otros.
En su página web (https://esquinas.montevideo.gub.uy/) podes encontrar toda la información necesaria para despejar tus dudas.