La realidad de Manuel González tuvo «un cambio de 180º» desde que dejó el carro tirado por caballo para formalizar su trabajo como clasificador en el marco del programa Motocarros.

Manuel González vive en Bella Italia con su esposa y sus tres hijos. Hace poco más de dos años, su vida “cambió en un 100%” cuando dejó de trabajar como clasificador en carro tirado por caballo para hacerlo en un motocarro. Su historia refleja el inmenso potencial del programa de reconversión y formalización laboral impulsado por la Intendencia de Montevideo. “Que tus gurises te pidan algo y vos se lo puedas comprar no tiene precio”, dijo, expresando cómo mejoró su economía, una de las muchas áreas de su realidad que se transformó.
Cuando estaba trabajando informalmente, Manuel dependía de su suerte para generar ingresos. Hoy, ya formalizado y aportando como monotributista, las cosas son diferentes al tener un sueldo asegurado. “La verdad que estoy contento. Comparado con el carro, fue un cambio de 180º. No tiene nada que ver. Con el carro vos salías y era a suerte y verdad. Si ligabas, ligabas, y sino bueno, te ibas vacío para casa. Todo eso cambió”, destacó.
Más calidad de vida
No solo su rutina laboral transcurre en condiciones más dignas, sino que otros aspectos de su vida han mejorado desde que es parte del programa. “La limpieza fue otro cambio importante, tanto para mí como en mi casa. Tener el caballo y todo lo que reciclas implica llevar todo para tu casa para después venderlo. Eso hace que ahora mi casa y mi terreno estén mucho más limpios que antes. No tenés que estar cuidando el caballo, que llevaba un esfuerzo terrible. Cambian un montón de cosas, es un 100%. Para mí es un 100% la verdad”, explicó.
Los cambios en su hogar fueron tan significativos, que Manuel consideró importante volver a destacar lo mucho que esto lo alegra: “Yo cargo, voy y descargo, pero no tengo que llevarme nada a mi casa. Lo que no se puede reciclar va a Felipe Cardoso, y lo reciclable va para las plantas de clasificación. Que existan plantas, lugares donde dejar el compost, el cartón o lo que sea, no tener que llevártelo a tu casa, es un cambio bárbaro. No tener que llevarte la mugre a tu casa para mi es fabuloso, ¿o no?”.
Económicamente, afirmó el entrevistado, el cambio es notorio. No solo por tener la posibilidad de darles un gusto a sus dos hijos y su hija, sino por la paz que aporta saber que tiene un salario asegurado por su trabajo. Al respecto, explicó: “Esta situación es mucho más segura. Podes hacer cosas que con el carro era imposible. Con el carro era día a día, vos sacabas para comer en el día. Para mi esto es un lujo, está bien de bien”.
Pilares de una Montevideo Más Verde
Los más de 170 motocarros que recorren la ciudad son actores fundamentales de Montevideo Más Verde, la estrategia ambiental de la Intendencia. Ellos se encargan de diversas tareas que contribuyen a tener calles más limpias. Sobre el día a día, Manuel contó: “Arranco a las 6 o 7 de la mañana, cuando me mandan mi circuito con los reclamos que la gente manda al 092 250 260. Empiezo y me muevo por zona según las tareas que tenga. Me puede tocar Carrasco, Malvín, Pocitos, Buceo o Bella Italia, mi barrio. Lo primero que hacemos es controlar que no haya basura alrededor de los contenedores. A los que están limpios les sacamos una foto para tener el registro, y a los que están sucios los limpiamos y después tomamos la foto. Eso se hace en cada contenedor de la zona que nos manden”.
Otra parte del trabajo es pasar por la casa de las personas que pidieron que se retiren de sus domicilios residuos voluminosos o electrodomésticos que ya no usan y van a parar al programa Montevideo Integra. “Respecto a lo que la gente recicla en sus casas, nosotros lo levantamos y lo llevamos a las plantas de clasificación. Ahí hay otros compañeros que se encargan de trabajarlo, de clasificar y separar lo que se vende y lo que no”, explicó.
Además, aprendió de compostaje con la tarea que está desempeñando tres veces por semana. “Ahí lo que hacemos es ir a las cooperativas, tenemos seis en el Parque Rivera. Los encargados son Mauricio y Josefina, que son los que me enseñaron. Ambos son profesores. Me enseñaron el tema del compostaje. Lo que hacemos tres veces a la semana ir a las seis cooperativas, levantamos los residuos orgánicos, como cáscaras y demás, lo llevamos, pesamos, controlamos, medimos y trabajamos. Lo que es basura queda en el contenedor, y lo que es para compostaje se separa todo, se hacen cajones, y una parte de la tierra que se hace queda para el propio Parque Rivera, y la otra se comparte para que la usen las cooperativas. Todo el trabajo es manual”, relató.
“He aprendido un montón”
Las capacitaciones fue otro de los elementos destacados por Manuel. Brindadas antes de que los trabajadores reciban su motocarros, abarca muchas áreas: normas de tránsito, clases de conducción, manejo de plataformas tecnológcas y asistencia en el proceso de la apertura de la empresa unipersonal, por citar algunos ejemplos de una larga lista.
“Antes de salir a la calle nos capacitan. Estamos cerca de un año con diferentes capacitaciones. Por el tema de la libreta, por el tema del tránsito. Reciclar sabemos. Te dan todo lo que necesitas. Para la libreta te dan el curso, te enseñan a andar en moto, las leyes de tránsito, un montón de cosas muy útiles”, contó.
En el camino van surgiendo otros temas enriquecedores, como le pasó con en proyecto de compostaje en el Parque Rivera. “Ahora soy maestro compostero ya, he aprendido un montón de cosas. Yo ni sabía que las cáscaras se podían transformar en tierra por ejemplo. En poco tiempo aprendí un montón. Está muy bueno”, valoró.
Desde que se subió al motocarro, Manuel ha conocido a otros clasificadores, y visto a otros que antes andaban en sus carros tirados por caballos haciendo su trabajo en un vehículo. “He conocido muchos compañeros, personas que tenían su carro de caballo en el Cerro y ahora que andamos en moto nos conocemos. Antes cada uno hacía su zona y se limitaba a eso. Además, muchos compañeros a los que sí conocía de la calle ahora andan en motocarro”, dijo.
Por todo esto, cree que la experiencia “es un lujo”. Como Manuel, son cada vez más las personas que se involucran en un programa que ha transformado la vida de cientos de familias montevideanas.
¿De qué se trata el programa Motocarros?
- Desde su puesta en marcha, el proyecto dirigido a clasificadoras y clasificadores de residuos sólidos busca generar la inclusión social a través de la reconversión y formalización laboral. Además de enfocarse en la restitución de los derechos de las personas que dejan los carros tirados por caballos para trabajar con motocarros, el programa busca eliminar paulatinamente la tracción a sangre. De hecho, quienes ingresan teniendo un animal lo ponen en adopción, y este va a un lugar en el que se limita a pastar.
- Ya hay 176 agentes ambientales en motocarros que, antes de subirse al vehículo, recibieron una amplia capacitación, tanto en materia vial como de emprendedurismo y el manejo de herramientas tecnológicas. Es que buena parte de los servicios a los que abocan están ligado al 092 250 260, el número de Montevideo Más Verde en Línea. Atendiendo los llamados de la ciudadanía, levantan residuos voluminosos, poda y escombro, recogen bolsones y limpian el entorno de los contenedores, además de llevarlo a la plantas de clasificación de la IM cuando corresponda, entre otras tareas.