La importancia de seguir derribando barreras: se realizó la 1ª Semana de Deporte y Diversidad


Conversatorios, talleres y actividades deportivas fueron parte de una propuesta que generó espacios de reflexión, cuestionó creencias establecidas y promovió la inclusión. “Es importante ver las debilidades que tenemos en el acceso a las prácticas deportivas”, dijo Bruno Mora, docente de ISEF, institución que coorganizó junto a Uruguay Celeste Deporte y Diversidad el evento que tuvo diversos apoyos, entre ellos el de la IM.

Jornada de natación en la plaza de deportes Nº7 como parte de la Semana de Deporte y Diversidad. Foto: Gentileza Mariana Recagno.

El Mes de la Diversidad fue escenario de la primera Semana de Deporte y Diversidad, una serie de actividades deportivas, académicas y recreativas que plantearon un marco inmejorable para el intercambio y la reflexión sobre las barreras que existen en el acceso al deporte y la necesidad de fomentar prácticas deportivas inclusivas. Generar conciencia para cuestionar creencias arraigadas y advertir la necesidad de reemplazar los paradigmas existentes por otros más contemplativos con todas las realidades fueron algunas de sus búsquedas.

La Universidad de la República, el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) y la organización Uruguay Celeste Deporte y Diversidad coordinaron una actividad que contó con el apoyo de la Intendencia de Montevideo. El Espacio Colabora, la sede de ISEF Malvín Norte, el Espacio Modelo y la Plaza de Deportes Nº7 fueron los escenarios que recibieron las actividades: hubo foros de discusión, jornadas prácticas de luchas, multideporte y deportes acuáticos, y un conversatorio de cierre.

Bruno Mora, docente de ISEF, habló con el Semanario ABC sobre la trascendencia de que se haya realizado la primera edición de la Semana de Deporte y Diversidad, se detuvo en los temas que se abordaron y se refirió al modo en que fue recibida una propuesta que parece haber llegado para quedarse.

Las cosas por cambiar

La Semana de Deporte y Diversidad nació como consecuencia natural de una serie de conversatorios realizados en el correr de 2023, donde diversas instancias de las que participaron federaciones deportivas y diversos clubes “preocupades por no acceder a algunos lugares de poder y a algunas prácticas deportivas”. En esas instancias “la discusión de género estuvo arriba de la mesa, tanto para las instituciones, en cómo incidir en sus agendas, y también en la educación y en las políticas. Allí se generó una agenda de actividad, de la que esta Semana de Deporte y Diversidad fue la primera”.

A lo largo de la actividad que se extendió durante cinco días, se debatió sobre los caminos a seguir a partir de una pregunta que hizo de consigna: “¿qué normas no juegan?”. Al respecto, el docente respondió: “Esas normas tienen una doble cara. Por un lado el del acceso a las actividades deportivas, porque no es solamente una cuestión económica sino que también hay un tema de infraestructura, de la capacidad de los funcionarios, técnicos y docentes que están en las instituciones deportivas. Cuando digo ‘instituciones deportivas’ no hago un corte público/privado: estoy hablando de clubes, de plazas de deportes y otras organizaciones que llevan adelante propuestas deportivas”.

Por otro lado, agregó, “estaba la intención de hacer actividades concretas. Por eso, durante los cinco días de la Semana de Deporte y Diversidad se realizaron cinco actividades. El inicio y el cierre fueron actividades de debate: un cine-foro en la apertura y una mesa redonda en el cierre. También hubo actividades en las que a través del movimiento trabajaron esta discusión de género, de cambio de reglas, tanto a nivel político discursivo como a nivel de reglas en el campo de juego.

Esa doble cara de la que hablaba tiene que ver con eso: cómo hacer reglas para que el deporte sea más inclusivo, lo que no necesariamente tiene que ver con ‘los goles de las nenas valen doble’, sino con construir una propuesta deportiva inclusiva a partir de una perspectiva educativa, con fundamentos, con teoría, en el cual el deportista se lleva algo que no es solamente aprender la técnica. Y a su vez cómo incidir en los espacios de toma de decisiones para que participen estas otras identidades que vemos en general, para que estén en las directivas de los clubes. Porque en el caso de las directivas de los deportes profesionales son básicamente hombres”.

Hay que desmentir los sentidos comunes”

Más adelante, el entrevistado se refirió a la importancia de que existan y se multipliquen las instancias de este tipo para generar conciencia y poner temas sobre la mesa. Para Bruno Mora, desempeñan un papel clave “para ver las debilidades que tenemos como sociedad a la hora de encarar el acceso a las prácticas deportivas. Una de ellas es la infraestructura, pero también tenemos que ver cómo hay un nivel económico del acceso y uno identitario, porque cuando hablamos de diversidad también nos referimos a las personas con discapacidad, a los adultos mayores, y en eso las actividades intentaron ser transversales. Venían niñes, adultos, adultos mayores que participaron y aportaron sus reflexiones. Además de eso, logramos hacer una síntesis, que es un aporte para que se lleven las instituciones que toman decisiones sobre esto y llevan adelante prácticas deportivas”.

Asimismo, propuestas como la Semana de Deporte y Diversidad son importantes “para que las personas vean que es posible generar procesos en los cuales se permea una capa muy dura, que es el conservadurismo o el sistema deportivo hegemónico. Es un sistema que genera un discurso, un sentido común deportivo que está operando, por ejemplo con concepciones como ‘lo que pasa en la cancha queda en la cancha’ o ‘los de afuera son de palo’. Los que estudiamos el deporte y somos educadores en el área sabemos que son lemas, buques insignia que no son ciertos”.

Ante ese escenario, agregó, “hay que tomarse el trabajo de desmentir los sentidos comunes deportivos, porque ese sentido común deportivo también están sincronizados con otros sistemas, con el de salud, con el de educación, y genera que el deporte se vacíe de contenido representativo de las personas que tienen mayores dificultades para practicar y acceder al deporte. Si el deporte es salud, más personas deberían poder acceder a él. Sin embargo, vemos esa contradicción a la hora del diseño y del desarrollo, tanto de políticas públicas como de políticas privadas”.

Otro de los aspectos importantes que salen a la luz con este tipo de propuestas, afirmó Mora, “es la cuestión de la formación. Estamos muy preocupados por cómo se forman los técnicos deportivos y los licenciados en educación física, así como otros profesionales del deporte como comunicadores y médicos, porque muchos de ellos en general reproducen estos sentidos comunes deportivos, que hacen que las propuestas que tienen éxito sean las de los varones: que las propuestas televisadas sean las de los varones, que las actividades consumidas sean las de los varones hetero cis, porque a diferencia de otros países no tenemos ninguno autoidentificado como homosexual por ejemplo, y eso nos preocupa. No solo estamos viendo que se generan estructuras poco inclusivas y participativas, sino que a su vez limita las posibilidades de libertad de expresión. Entonces, generar conciencia tiene que ver con mostrar algunas de las cosas que nos están pasando y que no se muestran”.

El balance es muy positivo”

En la recta final, el entrevistado reflexionó sobre lo que dejó tras de sí la Semana de Deporte y Diversidad. Dijo: “El balance es muy positivo. Primero que nada, porque se pusieron a trabajar en conjunto organizaciones que estaban dispersas en el ámbito deportivo. Y a su vez conocieron la interna de sus propuestas, lo cual no es menor, porque eso nos llevó no solamente a hacer la Semana de Deporte y Diversidad, sino también a la escritura de presentarnos a otros fondos y proyectos para seguir adelante con esta idea”.

Luego, consideró que “otra cosa importante es la intención de seguir haciendo la Semana de Deporte y Diversidad los próximos años en conjunto con las organizaciones interesadas, para discutir temas relacionados con el vínculo entre deporte y diversidad. El tercer punto a destacar es la cantidad de público que fue parte. Los públicos que participaron eran integrantes de las organizaciones. Quizás un objetivo a futuro sea captar otros públicos, e incluso en otros territorios. Mirando el mapa de actividades, como territorio más periférico estaba Malvín Norte, pero podemos pensar en que los municipios se apropien de esta semana y puedan generar su propia agenda, y eso esté publicado para que participen personas de los diferentes barrios”.

A modo de resumen, redondeó: “Las propuestas fueron muy bien recibidas. La gente, al terminar la actividad, expresaba lo que quería, lo que había sentido, cosas para cambiar y transformar. Para nosotros eso tiene que ver con la riqueza de construir un pensamiento colectivo en el deporte, y que no sea solamente a través de las individualidades con sus intereses particulares. Ese también era un poco la intención: pensar que el deporte es una práctica cultural colectiva, y por lo tanto las decisiones tienen que ser colectivas y para el beneficio de la mayoría de la población, y no de algunos grupos de interés”.

El deporte es una herramienta de inclusión”

Para la Intendencia de Montevideo “fue un placer” apoyar la primera edición de la Semana de Deporte y Diversidad. “Esperamos que sea la primera de muchas”, le dijo al Semanario ABC Silvia Pérez, directora de la Secretaría de Educación Física, Deporte y Recreación, que junto a la Secretaría de la Diversidad fueron las encargadas de propocionarle al evento el apoyo de la comuna.

“Estamos convencidos que el deporte es una herramienta muy importante que permite la inclusión y combate las desigualdades”, agregó sobre la propuesta organizada por la Udelar, el ISEF y la organización Uruguay Celeste Deporte y Diversidad, que constó de “prácticas deportivas, talleres y conversatorios que permitieron momentos de intercambio y reflexión”.

Es que “la idea es poder seguir derribando las barreras que a muchas personas no les permitió practicar deporte en un ambiente donde no se sintieran excluidos o discriminados. Dónde se sintieran cómodas. Y en este sentido quiero mencionar a la plaza número 7, donde se llevaron a cabo los deportes acuáticos y donde siempre los integrantes de Uruguay Celeste se han sentido bien recibidos y aceptados. Incluso se realizaron cambios en los vestuarios colocando mamparas en las duchas para las personas trans. El camino de la inclusión ha costado, pero viene mejorando y la IM seguirá apoyando”.

Es importante visibilizar y acompañar”

Florencia Astori, directora de la Secretaría de la Diversidad, sostuvo que la realización de la primera Semana de Deporte y Diversidad generó “una alegría enorme”, ya que “nos parece que la diversidad es un concepto que tenemos que abordarlo desde múltiples miradas, y en este sentido el deporte es un eje muy desafiante para todos quienes integramos la comunidad LGBTIQ+”.

Por todo esto, y “teniendo en cuenta la importancia de visibilizar, de mostrar, de acompañar todas las actividades realizadas en el marco de esta semana”, fue la que la Intendencia de Montevideo recorrió el camino de “apoyar con presencia, a través de los espacios y ayudando a poner el tema sobre la mesa”.

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