El poder transformador de las políticas impulsadas salta a la vista con propuestas como el “Programa Convive”, que se aboca a la prevención de asentamientos y la construcción de viviendas por ayuda mutua, y la cesión de terrenos a cooperativas que llevaban mucho tiempo esperándolos, lo que provoca “llanto, emoción y alegría”.

Que cada vez más personas tengan la posibilidad de acceder a una vivienda digna es una búsqueda permanente de la Intendencia de Montevideo. Para materializar ese objetivo, recorre varias rutas: muchas de ellas son la consecuencia de un largo vínculo con Fucvam (la Federación Uruguaya de Cooperativas por Ayuda Mutua), como el “Programa Convive”, que busca prevenir la generación de asentamientos o atenuar su extensión a través de un mecanismo de construcción de viviendas por ayudua mutua, o las cesiones de terrenos para que diferentes cooperativas tengan un espacio en el que hacer realidad sus anhelos.
El presidente de Fucvam, Enrique Cal, conversó con el Semanario ABC y valoró el trabajo que “desde hace muchos años” se viene realizando junto a la Intendencia, que se ha ido fortaleciendo y diversificando con el paso del tiempo hasta transformarse en una herramienta fundamental para ambas partes. Desde aquellos primeros pasos dados durante la gestión de Tabaré Vázquez comenzó un proceso que no se detuvo, y en el que las cooperativas encuentran “una respuesta muy acertada del gobierno departamental a esta necesidad de obtener terrenos habilitados y aptos para la construcción de viviendas”.
El entrevistado destacó, asimismo, que las cosas no quedan ahí, ya que “hay una sintonía no solamente en torno a la tierra, sino a diversos programas culturales, de trabajo y mejoramiento en los barrios, hay cooperativistas integrando los Concejos Vecinales, como ediles locales. El vínculo, entonces, no se reduce al tema de la tierra”.

“Una alternativa muy interesante”
El “Programa Convive” nació en julio del año pasado como un mecanismo para prevenir la creación de asentamientos, su expansión o densificación a través de la construcción de viviendas por sistema cooperativo de ayuda mutua. Las familias se encargarían de las obras en terrenos facilitados por la Intendencia, que también pone materiales, mano de obra calificada y brinda apoyo técnico. Fucvam, por su parte, se encarga de acompañar a las personas durante todo el proceso y realiza talleres y trabajos grupales para despejar dudas y ofrecer toda la información necesaria.
Sobre este mecanismo, Cal manifestó: “Estamos participando en una experiencia inédita hasta el momento: la del ‘Programa Convive’, donde se intenta generar una alternativa a la proliferación de los asentamientos, logrando que la población de los asentamientos o las personas muy vulneradas, que rápidamente puede pasar a formar parte de un asentamiento, tengan una alternativa para construir por ayuda mutua, en carácter de usuarios también, constituyéndose como cooperativa, con financiación del gobierno departamental”.
En Piedras Blancas está situado el predio donde empezó a desarrollarse esta experiencia con 28 familias, que “si bien habrá que evaluarla una vez terminada, viene siendo muy positiva. Creemos que es una alternativa muy interesante a repetir como un mecanismo de prevención de la proliferación de los asentamientos, porque no se trata solamente de entregar una vivienda digna, de regularizar el asentamiento, sino de asegurar que ese ciudadano, esa ciudadana, esa familia, tenga con la nueva vivienda un sentido de pertenencia, un sentido de afecto y de cariño por esa vivienda que ayudó a construir con sus propias manos y poniendo un gran esfuerzo familiar en tiempo, así como esfuerzo físico”.
Otro aspecto destacado por el entrevistado es que, más allá de la vivienda, el “Programa Convive” también puede contribuir a mejorar la realidad laboral de las personas involucradas. Esto se debe a que “para muchas familias el propio proceso de la construcción ha significado también una mejora en sus condiciones de empleabilidad, haciendo cursos de albañilería y de yesería, que es un plus que no existiría si esto lo hubiera construido una empresa privada y a las familias se les entrega la llave”.
Por todo esto, no es de extrañar que desde Fucvam “estamos muy conformes y creemos que ese es el camino: el diálogo permanente entre los gobiernos, tanto departamental como nacional, con las organizaciones sociales, en nuestro caso vinculadas a la vivienda, pero aplica a cualquier tema que tenga que ver con la mejora de calidad de vida de la población, ya sea en salud, cultura o educación, tiene que haber un fuerte vínculo entre la organización social y el gobierno, sea en el nivel que sea. Es de esa manera que se asegura el éxito de los programas y el correcto uso de los recursos, que en definitiva son de todos”.
“Una gran alegría”
Otra importante política de la IM en materia de vivienda es la cesión de terrenos para que diversas cooperativas puedan construir allí sus hogares. En el caso del vínculo con Fucvam, el ejemplo más reciente es el predio ubicado en San José y Florida, en pleno Centro de la ciudad, donde se está demoliendo un edificio que ocupa el espacio donde estarán las casas de Covienescena, una cooperativa de artistas que es parte de Fucvam.
La comuna realizó una expropiación como parte de su afán por recuperar inmuebles de interés para proyectos urbanos en un espacio que mantenía importantes deudas tributarias. Así, dio un nuevo paso adelante en el trabajo realizado con la Cartera de Tierras para impulsar el acceso a la vivienda a través del sistema de cooperativas por ayuda mutua, con el agregado de ser en un área recuperada en una zona central de Montevideo.
Consultado sobre la reacción de los integrantes de la cooperativa, que sirve para reflejar lo que suele ocurrir en otros casos similares, Enrique Cal dijo: “Fue una gran alegría. ‘Covienescena’ es una cooperativa formada por trabajadores de la cultura afiliados al SUA, el Sindicato Único de Actores, que además reúne también a técnicos como electricistas, iluminadores y vestuaristas. Esos compañeros tienen su radio de acción en el centro de la ciudad, en el circuito de los teatros y las salas de espectáculos, y habían definido que el terreno que les gustaría tener fuera en esa cercanía”. Ese anhelo, como se dijo unas líneas más arriba, fue cumplido.
Contó, además, que “fue muy emocionante, porque el día que Carolina Cosse le entregó el terreno a Fucvam ya se sabía que le tocaba ‘Covienescena’ el siguiente terreno, porque era una de las cooperativas que llevaba más tiempo esperándolo y cumplía con todos los requisitos. Y cuando se comunica que el terreno, en una zona tan importante, incluso tan cercana a nuestro querido Teatro Solís, le tocaba a ‘Covienescena’, hubo alegría, llanto, de todo un poco. Fue el premio a una larga espera, y una coherencia y constancia en la lucha por una tierra central que llevaron adelante estos compañeros y compañeras”.
Sobre los pasos a seguir a partir de ahora, explicó: “Una vez que se termine la demolición hay que hacer el refraccionamiento del terreno, el reempadronamiento. Una vez que se tenga el número de padrón definitivo, el gobierno departamental envía a la Junta un proyecto de enajenación, la Junta se expide enajenando el terreno a nombre de la cooperativa Covienescena, y la cooperativa ahí iniciará todos los trámites de habilitación del terreno, factibilidad del mismo, todo el tema de las condiciones que tiene que tener el terreno para armar el anteproyecto y presentarlo en el ministerio para poder empezar a participar en los sorteos por el préstamo para construir”.
Asimismo, el presidente de Fucvam destacó lo particularmente importante que es la ubicación del predio. Sostuvo: “Fucvam ha luchado, durante mucho tiempo, por la obtención de tierras para construir. Ha habido un cambio cualitativo a partir de la incorporación del concepto del derecho a la ciudad, de una ciudad más democrática, de las enseñanzas del francés Lefebvre”. Además, “hubo un cambio también en cuanto a poder acceder a zonas céntricas de la ciudad, a zonas que históricamente han estado vedadas a los cooperativistas. Si mirás el mapa de Montevideo, los grandes complejos y el desarrollo del movimiento cooperativo ha estado en las riberas de la ciudad, en los límites. Es muy reciente el fenómeno de la conquista de la ciudad central”.
Todo esto, redondeó, “sin duda es un logro muy importante, muy importante, que coloca al cooperativismo ya no solo en el mapa de la periferia, de los límites de la ciudad, sino que hoy es posible caminar por barrios céntricos, por barrios altamente urbanizados de Montevideo y encontrarse con cooperativas de viviendas, e incluso con el fenómeno de las cooperativas en altura, que es bastante más reciente”.