Néstor Parra, coordinador de las Escuelas de Mar del oeste de Montevideo, destacó el trabajo realizado con los jóvenes que deciden ser guardavidas: “Hemos logrado acompañarlos en sus ciclos educativos y darles una propuesta integral”.

Que muchos jóvenes que fueron o son parte de programas de la Intendencia hayan descubierto allí su vocación mientras adquieren conocimientos valiosos, como sucedió y sigue sucediendo con varios de los participantes de las Escuelas de Mar y de los cursos de Guardavidas Junior, implica un inmenso trabajo detrás. Néstor Parra es uno de los muchos guardavidas que a lo largo de los años han dedicado horas a trabajar y pensar mecanismos para hacer realidad actividades cuyo potencial es incuestionable.
Por eso no sorprende demasiado el orgullo que le provoca al coordinador de las Escuelas de Mar del oeste ver la siembra de lo cosechado hace tanto tiempo. “Nos pone muy contentos que haya una generación que pasó por nosotros, se recibió de guardavidas y hoy están trabajando en el servicio”, aseguró quien además contó cómo fue evolucionando el programa para ser cada vez más abarcativo.
Un paso más
Cuando los participantes demuestran interés y aptitudes en la materia, los guardavidas encargados de guiar sus pasos les proponen la posibilidad de profundizar el programa y extenderlo en el tiempo. “La gran mayoría de quienes participan son niños y adolescentes. En aquellos que vemos algunas condiciones particulares, que tengan destrezas que son destacables, ahora con las piletas techadas que tenemos en el oeste, que son tres y muy importantes (la plaza número 11, la número 7 y el club La Lira), hacemos que en el invierno esos niños puedan tener una continuidad del trabajo”, explicó Parra.
Además, dijo que en esa instancia posterior “hacemos algo un poco más integral, siguiéndolos en el estudio, y le incorporamos el salvamento acuático deportivo, que es un paso muy cercano a nuestra profesión. Muchos niños y adolescentes toman esta profesión, eligen este camino, y para nosotros es sumamente importante”. Así, el curso de Guardavidas Junior muta a algo más completo y con vistas a una profesionalización que fue concretada por muchos jóvenes, en un ciclo que afortunadamente continúa porque siguen habiendo chicos deseosos de formarse para ser guardavidas.
Sobre los resultados conseguidos hasta ahora y la influencia del programa que se lleva a cabo desde hace décadas, afirmó: “Cuando comenzamos en 2004, nuestro primer objetivo era llegar a la mayor cantidad de población. Después, aspirábamos a que aquellos niños que estaban en el programa pudieran terminar el ciclo de estudio y trabajar de guardavidas. Eso se ha dado: nos pone muy contentos que haya una generación que pasó por nosotros, se recibió de guardavidas y está trabajando en el Servicio de Guardavidas”.

Un sueño realizado
El hecho de que muchos jóvenes formados en la casa actualmente “comparten casilla con nosotros, trabajan en la Escuela de Mar”, es tanto la concreción de un añejo anhelo como una responsabilidad para que la rueda siga girando, ya que “estaría bueno que esto continuara, sería muy importante”.
Lo que hoy es una realidad, dijo Néstor Parra, “fue un sueño de viejos guardavidas de la década del 80’, que empezaron con esta enseñanza de natación en la playa y nosotros fuimos sumándole un poco más de trabajo. Es cierto que el Servicio de Guardavidas le aportó insumos, en cuanto a materiales, recursos humanos, y eso hizo que potenciaramos a toda una generación. Los que empezaron en 2005 con nosotros ahora trabajan como guardavidas a nuestro lado, y también lo hacen en las costas de Canelones, San José y Maldonado habiendo nacido en las Escuelas de Mar”.
En el tramo final, el coordinador de las Escuelas del Mar del oeste de la ciudad destacó el valor extra que implica para los guardavidas haber atravesado todo el proceso: “Está bueno porque se genera una impronta particular: aquel niño o adolescente que se inicia en la playa tiene una mirada más integral de esta y de la profesión de guardavidas. Eso es muy importante para nosotros”.
¿Cómo ser parte de las Escuelas de Mar?
Las inscripciones para las Escuelas de Mar se abren cada año a través de un formulario que está disponible a inicios de la temporada estival, cuando se ponen en marcha las diferentes propuestas de Monteverano. Las Escuelas funcionan en playas del este y el oeste de Montevideo, y ofrecen una variada lista de actividades recreativas y deportivas gratuitas: surf, deportes náuticos, guardavidas junior, kayak y clases de adaptación al medio acuático son algunas de las alternativas.