Se presentó la 23ª edición del programa Barrido Inclusivo

La propuesta, que desde 2002 se lleva a cabo anualmente, le dará a 100 mujeres puestos de trabajo transitorios y la oportunidad de formarse en diversas áreas.

Lanzamiento Barrido Inclusivo 2025. Fotos: Verónica Caballero/ IM.

Desde su puesta en marcha, miles de mujeres han tenido en Barrido Inclusivo una herramienta para mejorar su calidad de vida. El programa comenzó en 2002, y este 2025 tendrá su 23ª edición. En esta oportunidad, serán 100 las mujeres que no solo contarán con un puesto de trabajo temporal, sino que además tendrán acceso a una serie de servicios y capacitaciones que las ayudarán a reinsertarse en el mundo del empleo una vez que termine esta experiencia.

El intendente Mauricio Zunino, una de las autoridades que participó del lanzamiento, dejó en claro que “vamos a seguir construyendo programas sociolaborales con enfoque de género porque mientras existan los problemas de sesgo en el mercado laboral es necesario construir políticas afirmativas”. Entre las autoridades participantes estuvieron, además, Viviana Santín (directora de Políticas Sociales), María Noel Avas (directora de la Asesoría para la Igualdad de Género) y Gabriel Chevalier (director de la Secretaría de Empleabilidad para la Inclusión Social).

Un proceso amplio

Fueron 14.444 las mujeres que se anotaron para ser parte de Barrido Inclusivo 2025. Tras el sorteo realizado se definieron las 100 seleccionadas para desempeñar durante nueve meses tareas de barrido y limpieza de veredas, canteros, cordones y entornos de árboles y contenedores. Trabajarán de lunes a vienes de 8 a 14 horas, por lo que tendrán una carga de 30 horas semanales.

Las inscriptas al programas son mujeres mayores de 30 años que cuentan con un nivel educativo menor o igual a quinto año de secundaria, que residen en Montevideo y actualmente no tienen trabajo formal. Un dato importante es que hay cupos para mujeres con discapacidad, migrantes, afrodescendientes, mujeres trans, liberadas, privadas de libertad, trabajadoras sexuales, en situación de calle, en procesos de atención con servicios de Comuna Mujer y vinculadas a la tarea de clasificación de residuos.

El proceso de las mujeres que son parte de Barrido Inclusivo es seguido de cerca por el trabajo de equipos técnicos de diferentes organizaciones que gestionan el programa, que tiene dos componentes principales: operativo y pedagógico. Esto implica que, además de la formación, se generan instancias de acompañamiento grupal y personal. Ejemplo de esto es que las participantes reciben atención odontológica y oftalmológica, así como una tarjeta STM con viajes precargados para facilitarles la llegada al trabajo. Además, se las apoya para acreditar su formación en educación formal y para poner al día su documentación personal y familiar, en caso de necesitarlo. Asimismo, se las acompaña para sostener su participación en el programa sin inconvenientes.

La importancia de formarse

Como se dijo previamente, el aspecto formativo es otra de las características fundamentales de Barrido Inclusivo. Las capacitaciones ofrecidos se dividen en dos líneas: transversal y específica. La primera se realiza desde una perspectiva de género e interseccionalidad, con el fin de promover la inclusión social y laboral. Tiene una carga horaria semanal de tres horas por ocho meses.

En el caso de las capacitaciones específicas, se abocan a competencias laborales que puedan abrir puertas a oportunidades en el futuro. Este 2025 las capacitaciones disponibles serán: “auxiliar de housekeeping”, “reparación de electrodomésticos domésticos”, “oficial en gomería, alineación y balanceo” y “cocina gastronómica para eventos”.

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