“Los chiquilines se sienten como estrellas de la NBA”

Rafael Andrade (referente de Phoenix Suns) y Álvaro Allende (referente de Toronto Raptors, el equipo campeón de la rama masculina) enaltecieron el potencial de una propuesta que lleva cuatro ediciones democratizando el deporte y llenando los espacios públicos de la ciudad de básquetbol.

Finales del Torneo Jr. NBA en Antel Arena. Foto: Juan Manuel Ramos/ IM.

Las palabras de los referentes resultan fundamentales para conocer el impacto que el Torneo Jr. NBA tiene sobre los cientos de niños, niñas y adolescentes que cada año participan. Sin ellos, nada de lo que ocurre sería posible, ya que tanto deportiva como humanamente desempeñan un rol esencial para que el certamen sea el éxito en que se ha transformado.

Tanto Álvaro Allende, quien acaba de conseguir el título masculino con Toronto Raptors, como Rafael Andrade, quien acompañó a Camila Testón en Phoenix Suns y ha estado en todas las ediciones, contaron sus experiencias al frente de equipos que fueron animadores de un programa que crece año a año.

“Participé en dos ediciones del torneo. Creo que ha ido evolucionando año a año en cuanto a la cantidad de equipos que se fueron sumando, sobre todo en el área femenina. Aunque hay algunas cosas para corregir, vinculadas a algunos temas logísticos, el torneo superó las expectativas de todos quienes hemos sido parte, y estaría buenísimo que siguiera”, le contó Álvaro al Semanario ABC.

Por su parte, Rafael dijo que, en su cuarta participación ve cómo “año a año se van mejorando cosas y se va creciendo. Sin duda siempre hay cosas para seguir sumando, pero se nota el cambio favorable con respecto a la primera vez”.

“Para los gurises es alucinante”

Llegado el momento de referirse a los que entienden como el principal valor del Torneo Jr. NBA, Rafael Andrade consideró: “Que el básquetbol llegue a todos lados, plazas, lugares impensados, que conozcan diferentes canchas y que la gurisada que no tiene acceso a poder jugar en clubes puedan tener una linda oportunidad de jugar, conocer nueva gente, y que estén vestidos y sean tratados como verdaderos jugadores. Para ellos es alucinante todo eso”.

Álvaro Allende, por su parte, dijo: “Si tuviera que destacar alguno de los valores que transmite el torneo, sin duda mencionaría la integración y el acercamiento al deporte que tiene la propuesta. Si bien en los primeros años los equipos que nos anotábamos no teníamos topeada la cantidad de jugadores federados que podíamos incluir, eso se limitó y al hacer el draft te llegan jugadores que vienen de otros lados. Eso genera una integración mucho mayor, y en nuestro caso hemos llegado a tener la oportunidad de contar en nuestro planten con chicos que habían empezado a jugar al básquetbol hace pocos meses”.

Además, mencionó “la experiencia que conlleva jugar en distintas canchas, y ni hablar de la del Antel Arena, que para todos es inigualable. Otro aspecto importante del torneo es que refuerza el deporte en su área femenina, que viene creciendo hace muchos años en Uruguay y cada vez más está instaurado y va ganando terreno. Eso está muy bueno”.

Finales del Torneo Jr. NBA en Antel Arena. Foto: Juan Manuel Ramos/ IM.

“Es muy especial”

El caso de Rafael Andrade tiene la particularidad de que, a lo largo del año, lleva adelante la escuelita deportiva Los Fogones. Sobre cómo se vinculan ambas experiencias, contó que el Jr. NBA ofrece “la oportunidad de la gurisada de la escuelita de participar, que es como un premio luego de estar todo el año practicando. Muchas veces esperan que llegue la fecha del comienzo para así de una buena vez jugar como grandes estrellas de la NBA”.

Lo que se vive a lo largo del torneo, agregó, “sin duda es algo fantástico para todos, se sienten como verdaderos jugadores de la NBA. Desde la indumentaria, la presentación, la logística, etc. Re contenta toda la gurisada”.

La perspectiva de Álvaro Allende también resulta interesante, ya que en su caso puede ver de primera mano como la convivencia de jugadores más experimentados con otros que están comenzando deriva en una experiencia enriquecedora. Este año, Toronto Raptors estuvo compuesto por jugadores de Biguá y un grupo de chicos de otros clubes, e incluso varios no federados. Esto hace que el transitar del torneo se vea con diferentes ojos para unos y otros.

Contó que “para los chicos que vienen de Serie A, acostumbrados a jugar en cierto tipo de canchas, el tener que salir a jugar a una plaza de deportes, en una cancha abierta o de otras dimensiones, hay una disrrupción. También esta la otra cara de la moneda: para chicos que nunca pisaron una cancha de básquetbol, tener que salir a varias de ellas y jugar en el Antel Arena es fantástico”.

Destacó, además, la motivación que genera el certamen en los gurises, que va en aumento “mientras avanza el torneo y se profundiza la difusión del torneo a través de las redes sociales de la Intendencia y la información que los chicos se trasladan entre sí”.

El momento de llegar a las etapas finales en el Antel Arena “es muy especial, porque quizás para muchos es la única oportunidad de jugar en un estadio de primer nivel. Y toda la experiencia que te hacen vivir desde que llegas al Antel Arena hasta que te retiras hace que se sienta así, porque tenés un vestuario para vos, zonas de calentamiento personalizadas, zonas mixtas de prensa cuando estaba la transmisión de TV Ciudad, almuerzos compartidos con otros equipos, la gente en la tribuna. La experiencia ahí es completa, y todo se vive muy intensamente”.

No es extraño que tantas vivencias den ganas de que la historia continúe. Como resumió Álvaro, “estamos muy contentos de haber vivido esto. Esperamos que siga así, que siga creciendo y poder seguir siendo parte”.

Con visitas que “impactan bastante”

Otro aspecto destacado por Álvaro Allende es la posibilidad que tienes quienes asisten a la jornada final en el Antel Arena de conocer a un exjugador de la NBA. En todas las ediciones ha habido visitas ilustres: la última fue la de Horacio Llamas, primer mexicano que llegó a la NBA y vistió la camiseta de Phoenix Suns entre 1996 y 1998, además de tener un pasaje por Milwaukee Bucks.

Sobre eso, el referente de Toronto Raptors reconoció que los gurises “disfrutan mucho el hecho de conocer una estrella de la NBA. Se pueden sacar fotos y compartir con ellos, les cuentan experiencias, y eso realmente a los chicos les impacta bastante”.

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